Cuando la gente piensa en autos de lujo europeos, suele pensar en los fabricantes de automóviles italianos o británicos; mucha gente ya conoce algunos datos curiosos sobre los Rolls-Royce o los Ferrari debido a su popularidad. Sin embargo, hay un país europeo que parece superar a sus competidores cuando se trata de crear coches de lujo de calidad: Alemania.
Si nunca ha oído hablar de datos interesantes sobre los automóviles alemanes, está de enhorabuena. De BMW a Mercedes Benz, de Audi a Porsche, hay muchos coches fiables y deseables con todo tipo de historias interesantes.
Sorprendete con estos datos y cambia tu auto por uno alemán. Sobre todo, protégelo de peligros con un seguro de cobertura amplia.
BMW creó el primer coche eléctrico
BMW creó el primer coche eléctrico en 1972. Aunque era poco práctico y dependía de 12 baterías para recorrer sólo 19 millas, marcó un momento importante en la historia: saber que los coches podían conducirse sin gasolina.
Hoy en día, tenemos coches que los conductores pueden enchufar a las paredes de sus garajes para cargarlos. Esto no habría sido posible sin este primer modelo eléctrico.
BMW producía motores de avión
Al principio, BMW no se dedicaba a fabricar coches. En un principio, creó motores de alto rendimiento que eran muy eficientes en cuanto al consumo de combustible para la época. Esto hizo que los BMW fueran especialmente deseados durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, y la compañía continuó fabricando motores de aviación hasta 1945, cuando el Tratado de Versalles les prohibió continuar. En ese momento, la empresa se dedicó a otros vehículos.
Mercedes-Benz fue el primer fabricante de automóviles que puso frenos en las cuatro ruedas
En 1924, Mercedes-Benz hizo algo que ninguna otra empresa había hecho antes: puso frenos en las cuatro ruedas de un vehículo en una apuesta por el coche más seguro de la carretera. El coche venía equipado con esta tecnología de frenado gracias a la invención de los amortiguadores, que permitían una conducción más suave.
El Porsche 911 estuvo a punto de llamarse 901
El Porsche 911 es quizás el nombre más emblemático de la marca. Sin embargo, estuvo a punto de no serlo. Inicialmente, el nombre era el 901, pero el fabricante de automóviles francés Peugeot alegó que el nombre era demasiado similar a su propia marca. Los coches de Peugeot suelen llevar el mismo esquema [número]-0-[número]. Por tanto, el 901 se convirtió en el 911.
El nombre de Audi lo puso un niño
Otro de los datos más interesantes sobre los automóviles alemanes es que la marca Audi fue bautizada por un niño. Su propietario, August Horch, se esforzaba por encontrar un buen nombre para su empresa, ya que no se le permitía utilizar su propio nombre como denominación comercial. Discutió las sugerencias con sus buenos amigos Paul y Franz Fikentscher. El hijo de Franz quería ofrecer una sugerencia mientras jugaba al alcance de la conversación, pero era demasiado tímido para hacerlo.
Finalmente, le confió a su padre que el nombre “Audi” -que en latín significa “oír”– era un buen nombre porque el nombre de Horch también significaba “oír” en alemán. Era una forma inteligente de eludir la prohibición de bautizar el vehículo con su nombre, sin dejar de hacer lo mismo.
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