deportivos

Los coches deportivos son conocidos por su gasto lujoso, su dirección afilada, su alta velocidad y su claro control. Estos vehículos hacen que los giros y las vueltas en cada esquina parezcan muy bonitos.

Mirar, jugar, observar y, sobre todo, conducir un coche deportivo puede ser muy fascinante, pero antes de adentrarse en las ruedas y las máquinas de un coche deportivo, hay que conocer estos datos curiosos.

Recuerda que para disfrutar al máximo de tu coche, ya sea deportivo o no, debes contar con un seguro que proteja todo, como un seguro de cobertura amplia. 

Los coches deportivos tienen su origen en los coches de turismo y los roadsters.

A principios del siglo XX, los coches de turismo de cuatro plazas y los roadsters abiertos de dos plazas tenían diseños adecuados para viajar por encima de la velocidad media. En aquella época, los rallyes eran frecuentes y se utilizaban este tipo de coches.

Desde entonces, el diseño de los turismos y roadsters se utilizó como base de los diseños de los coches deportivos posteriores.

Los coches deportivos no son tan ruidosos como la gente cree.

Normalmente, casi todo el mundo tiene la impresión de que el tipo de coche que chirría y ruge es el que va realmente rápido. Así, el coche ruidoso es un coche deportivo. Por el contrario, los coches deportivos no son tan ruidosos como se suele percibir. En una conducción suave y rápida, los coches deportivos suelen producir un cierto zumbido.

El rugido de los motores sólo se produce cuando se hacen muchos caballos de fuerza. El chirrido de los neumáticos se produce cuando los conductores aficionados realizan giros y frenadas bruscas. Además, si los neumáticos chirrían cuando los conductores frenan, puede ser el momento de hacer revisar sus pastillas de freno.

La disposición de motor delantero y tracción trasera (FR) es la más antigua y comúnmente utilizada para los coches deportivos.

Con el paso de las generaciones, lo que ha permanecido constante y prevaleciente entre las disposiciones de los coches deportivos es la disposición de motor delantero y tracción trasera.

En esta disposición, los motores se encuentran en la parte delantera del vehículo y las ruedas motrices están situadas en la parte trasera. Este tipo de disposición ofrece la ventaja de una distribución uniforme del peso durante las conducciones rápidas.

Los coches deportivos no son tan caros.

Los coches deportivos suelen dar la impresión de tener mucha clase. Con tanta clase, la gente piensa que deben costar mucho. Sin embargo, esto no es cierto en todo momento.

Los coches deportivos están ahora al alcance de precios razonables sin dejar de tener esa calidad de vanguardia. En 2016, los precios de los 10 mejores deportivos asequibles van desde los 21, 460 dólares (Ford Fiesta ST) hasta los 26, 950 dólares (Hyundai Genesis Coupe). precios

Los coches deportivos tienen menos peligro del que parece.

Los coches deportivos tienen la presunción de ser muy peligrosos, especialmente con toda su velocidad de conducción, que ronda los 900 CV.

Por ello, los fabricantes de automóviles tienen más razones y motivos para desarrollar una nueva tecnología de seguridad que garantice la seguridad de los pilotos de carreras. De ahí que se desarrollen sistemas avanzados de frenado y tecnología de neumáticos aptos para las condiciones de la conducción de carreras y de la conducción rápida normal.

La disposición de dos asientos es la típica de los coches deportivos.

Los coches deportivos suelen tener una disposición de dos asientos, ya que se basan en los diseños de la disposición de los asientos de los roadsters, en los que se trata de un vehículo abierto de dos plazas, como se ha mencionado. Sin embargo, algunos coches deportivos se fabrican con cuatro asientos para aumentar el uso práctico del coche. Los dos asientos adicionales de la parte trasera del coche se consideran asientos adicionales para niños o equipaje.

En algunos modelos, los coches deportivos se diseñan con un solo asiento en el que el conductor se sitúa en el centro del vehículo, pero éste se utiliza menos debido a su uso poco práctico.

Los coches deportivos son menos propensos a explotar.

En las películas, los coches deportivos se estrellan durante las persecuciones a gran velocidad y las carreras de coches rápidos. Después de cada choque, viene el “¡kaboom!” y, en las películas de acción frecuentes, se ve a los protagonistas huyendo del vehículo a punto de explotar a cámara lenta. En la realidad, nada de esto ocurre realmente. Si los coches deportivos se estrellan de verdad, estos coches no explotan fácilmente como lo representan las películas. Si hay daños en el depósito de combustible durante el choque, la gasolina no se escapa tan rápido ni se incendia fácilmente.

Los depósitos de combustible están fabricados para minimizar la cantidad de gasolina que se libera al aire. Cuando la gasolina se escapa del tanque de combustible, todavía se necesitará una gran cantidad de presión y de ignición para que se produzca una chispa, y mucho menos una explosión. Si se produjera una chispa o un incendio, el vehículo acabaría en llamas, pero no explotaría.

 

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