Malos hábitos de conducción que dañarán tu coche

Si conduces tú mismo tu coche, entonces la máxima responsabilidad recae en ti respecto al mantenimiento de la protección del vehículo o puede caer en el costo de seguro de auto si eliges bien.

Algunos de tus hábitos de conducción juegan un papel importante en este sentido. A continuación, hablaremos de los siete principales hábitos de conducción que pueden dañar tu vehículo.

1. No tener en cuenta el freno de mano

El freno de mano de su vehículo puede ser un salvavidas, especialmente en un lugar de estacionamiento inclinado; no puede renunciar a su importancia también en un lugar de estacionamiento latente.

Si no se acciona correctamente el freno de mano, el peso de todo el vehículo recae sobre un pequeño componente metálico llamado trinquete de estacionamiento. Debido a su tamaño, el trinquete de estacionamiento está destinado a desgastarse naturalmente y a obstaculizar la salud general de su coche.

2. Cambiar de marcha atrás a marcha

Realizar el cambio de velocidad de marcha atrás a marcha es quizás el error de conducción más común, especialmente en el caso de las restricciones de tiempo. Sin embargo, este tipo de cambio direccional repentino repercute en el bienestar de tu coche, afectando a su tren motriz y al sistema de transmisión.

Por eso, lo mejor es detenerlo correctamente, engranar la marcha adecuada y evitar daños en la transmisión, el eje y el motor.

3. Aplicar el acelerador a fondo

Es un impulso irresistible mover más rápido con el pie derecho. Sin embargo, esto no hace más que presionar la cadena cinemática y el sistema de transmisión. Además, incluso requiere aplicar toda la fuerza en los frenos para reducir la velocidad o detener el motor.

Por lo tanto, es evidente que cada vez que te alejas de los frenos, los estás exponiendo instantáneamente a graves daños y a una sobreutilización. Para mejorar la longevidad, lo mejor es que aceleres y desaceleres tu coche gradualmente.

4. Mantener la mano en la palanca de cambios

Para la mayoría de los conductores, la forma más natural de conducir es poner una mano en el volante y la otra en la palanca de cambios.

Esto resulta útil cuando se cambia de marcha con frecuencia, pero esta presión añadida de la mano que descansa puede afectar a los casquillos de la palanca y a los sincronizadores.

Esto provoca un desgaste prematuro de la caja de cambios. Es mejor descansar ambas manos en la dirección y cambiar sólo cuando sea necesario.

5. Mantener el embrague engranado

Este es un grave desastre de hábito de conducción. Esta tendencia se observa especialmente en el caso de un atasco cuando sigues pisando el embrague y esperas a que el semáforo se ponga en verde. Aunque te ayuda a avanzar más rápido, también daña gravemente tu vehículo.

Cuando mantienes los embragues presionados durante mucho tiempo, se rozan entre sí, causando graves daños a las placas de presión, al cojinete y al brazo de desembrague. Por lo tanto, es mejor comprender unos segundos y evitar tales daños graves.

6. Sobrecarga

La sobrecarga es como la obesidad de tu vehículo. Al igual que el exceso de peso en el cuerpo impide su correcto y óptimo funcionamiento, lo mismo ocurre con los vehículos. La transmisión, los frenos y la suspensión se sobrecargan innecesariamente durante la sobrecarga.

Además, un vehículo sobrecargado también consume más combustible de lo habitual. También es algo arriesgado y puede dar lugar a accidentes menores, incluso, arruinando su posibilidad de obtener la bonificación por no siniestralidad.

Por lo tanto, para asegurar la correcta salud y bienestar de tu entrañable vehículo, lo mejor es poner menos presión y pesaje, con la seguridad de que gozará de una mejor salud a largo plazo.

7. Frenada en bajada

Cuando conducimos nuestro vehículo por una superficie empinada, a veces se vuelve demasiado rápido. La reacción inicial ante esto es aplicar los frenos y controlar la velocidad. Este tipo de frenada cuesta abajo calienta enormemente los rotores y las pastillas de freno, lo que provoca un sobrecalentamiento y un desgaste prematuro. Esto afecta a la longevidad de tu coche.

Por lo tanto, la solución más plausible en este caso es utilizar una marcha inferior y permitir que el motor alcance su máxima capacidad. Esto evita que tu transmisión sufra una descompresión natural.

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